Con esta filosofía, una clienta
me encargo unas cajas para poder guardar los juguetes de sus hijos, sin que se
vieran desordenados. Para este proyecto las medias de las cajas tenían que
adaptarse a los espacios de una librería.
Siguiendo la estética de las
cajas de frutas, diseñe unas cajas a medida de los espacios donde quería
ponerlas. Jugamos con la combinación de colores a juego con la alfombra y con
una de mis supercocinitas, y pensando en lo que iba a querer guardar,
combinamos diferentes separaciones para cada caja.
Por último, añadí en algunas
cajas una madera de pizarra negra para poder escribir el contenido de las
cajas.
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Muchas gracias por hacer esto posible.